lunes, 8 de marzo de 2010

La Casa del Aguila - un rincón místico y cautivante de cara al mar




El singular monumento El Águila es uno de los iconos de Atlántida, aunque en realidad se ubique a dos kilómetros del balneario, en Villa Argentina. Por su extraña forma y su misteriosa historia, esta construcción es un punto de visita obligatorio de cualquier tour por Atlántida. Se encuentra justo frente al mar, y desde su interior se obtiene una preciosa vista costera.

Una visita a El Águila

Lo que todos conocen como “El Águila” se construyó en 1945 con el nombre de “Quimera”. Su dueño era el legendario Natalio Michelizzi, el gran impulsor del balneario, responsable también del Hotel Palace. El diseño y la construcción estuvieron a cargo de Juan Torres, quien elevó la casa de forma completamente artesanal. Las ventanas de la sala eran los “ojos” del águila, hoy un mirador visitado a diario por decenas de turistas.
Varias leyendas hacen  aún más interesante la visita a El Águila. Algunos sostienen que fue un escondite de contrabandistas, mientras que otros aseguran que Michelizzi ocultó allí un laboratorio alquimista. Para otros, la Quimera fue usada como capilla e incluso se cuenta que fue un refugio nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Nadie sabe con certeza cuál fue su finalidad original. Lo cierto es que la mística del lugar no deja de cautivar a quienes lo visitan.
Es posible ingresar a El Águila entre las 9 y las 19:30 durante el verano y entre las 9 y las 18 en invierno. Se accede por el kilómetro 43 de la Ruta Interbalnearia.

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